Sublime belleza de Trueba

Este viernes fui a ver apurando antes de que los criterios comerciales retiren de la cartelera la última película de Fernando Trueba, “El Artista y la Modelo” http://www.elartistaylamodelo.com.

Después de ver la película vinieron a mi cabeza recuerdos de mi época de estudiante previos al ingreso en la Universidad. En concreto haciendo memoria esta película me recuerda a Kant. Desde entonces siempre he utilizado a Kant para explicar o intentar razonar cosas de mi vida diaria.

Esta película es bella y sublime. Bella porque se contempla desde la tranquilidad el devenir de la historia y sus personajes y termina siendo sublime porque tal concepto de la belleza se escapa de mi experiencia vital.

Bella porque es fácil ver su belleza pero sublime porque hay que esforzarse para alcanzar las emociones profundas que tiene la historia. Precisamente en esa capacidad de crear belleza está lo sublime de la película y su director. En blanco y negro, sin apenas adornos de sonido ni de escenarios logra sacar la infinita fuerza y por tanto belleza de la naturaleza, de las cosas normales.

La emoción del aceite que cae y empapa el pan hacen inncesario visualizar el rostro del actor que come con placer. Eso es lo que aprendí de Kant y que he tiene esta película. La inmensa fuerza de la naturaleza (de lo natural) y que es ahí dónde radica lo sublime.

Me ahorro evidencias como es una película cálida o sensual. Es mucho más que eso. Es precisamente lo que no se puede ver pero por el contrario se siente lo que en mi opinión hace de esta película una maravilla. Me siento afortunado por haberla visto y a la vez responsable de hacer que la vean la gente que quiero. No quisiera que alguien que me quiera me ocultara la existencia de una maravilla como esta, quizá ese sea el objetivo de este post.

Para terminar y sin mencionar el final de la película me lleva a querer saber más de lo que ha generado y provocado la creación de esta película. Por si casualmente leen este blog, Fernado Trueba o su productora Cristina Huete, darles las gracias como espectador pero también como ciudadano por crear belleza sublime en estos tiempos tan difíciles para el cine.